Ansiedad

Estoy todo el tiempo viendo cosas que podrían ser una linda foto; escuchando conversaciones que merecen un análisis crítico, otras cómico; descubriendo momentos que me gustan; esperando respuestas. Estoy perceptivo y ansioso, cuántas veces han leído ya alguna palabra relacionada con la ansiedad en este blog, pufff un montón. Y como esa es la sensación que gobierna todo lo que me pasa últimamente voy a escribir sobre eso.

Segúan la Real Academia Española

Ansiedad.

(Del lat. anxiĕtas, -ātis).

1. f. Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo.

2. f. Med. Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos.

Buena definición, en realidad no es una buena definición, es la definición. Lo que quiero decir es que no hay dudas que yo estoy ansioso porque me pasa exactamente eso.
Ahora bien, cuáles son los motivos que me provocan ansiedad. Para no entrar en la publicación de algunas cosas privadas voy a generalizar.
Desde que cursé el último año del secundario me di cuenta que no se disfrutar el momento. Me pongo ansioso por lo que está por venir y los éxitos son sólo un instante para disfrutar, las esperas, en cambio, se convierten en largas penurias. Cuando estaba en 5° año del secundario (el más lindo en teoría) en vez de disfrutarlo estaba ansioso porque termine y empiece la universidad. Así sucesivamente con todo en mi vida. Siempre esperando el ascenso, la respuesta, la cosecha, la oportunidad, la suerte. Nunca puedo disfrutar del proceso, del esfuerzo hecho hasta el momento, de los pasos intermedios, de la siembra, de los pequeños logros que se dan en medio de cualquier cosa que hagamos.
Estoy seguramente ahogado en las presiones de la sociedad de hoy. El éxito se representa a través de símbolos materiales que podamos mostrar. Estos símbolos hay que conseguirlos siendo joven y sólo importan los resultados.
El fast-food pasó de un modelo de negocio a un estilo de vida. Todo debe ser rápido. Tenemos una hora para almorzar pero igual sólo usamos 15 minutos, en los que llegamos a la caja, hacemos el pedido, conseguimos lugar para sentarnos, tragamos nuestro menú de grasas y calorías suficientes para una semana y salimos rápido para la oficina porque tenemos que llegar 5 minutos antes para tomar una taza de café y sentarnos justo a tiempo en nuestro escritorio.
Tenemos 1 hora para almorzar y destinamos con suerte 10 minutos al acto de ingerir alimentos.
Lamentablemente me convertí en un empleado de este estilo de vida. Me ajusto a tiempos que no elegí para sentir que estoy haciendo las cosas bien.
Lo tengo muy claro, ya se que tengo que tranquilizarme, que nadie me apura, que soy muy joven, que lo importante en la vida pasa por otro lado. Sin embargo no logro escapar al relojito que me corre, me apura, me empuja, me atormenta, me cansa, me agota, me desgasta, me pesa.
Me pesa un montón.