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Mostrando entradas de noviembre, 2015

La gente cambia.

Rodolfo siente que tiene un imán para los quilombos... y un poco de razón tiene. Hace años que viene tropezando, y no termina de levantarse que se cae de nuevo. Con el último golpe, aún tirado en el piso, se dijo a si mismo "Rodo, así no va mas". Rodolfo se puso a pensar por qué carajo le pasan todas a él? Primero le echó la culpa a la suerte, a los 5 minutos se dio cuenta que nadie tiene tanta mala suerte, ni él. Después le echó la culpa a su familia, pero también se dio cuenta que son más las veces que lo habían ayudado, que las que lo habían complicado. Entonces, Rodolfo percibió que el tema no venía de afuera, había que mirar para adentro. Se puso a pensar en todo lo que le había pasado, y lo primero que pudo ver, es que nunca se había puesto a analizarlo. Para él ni eran problemas, era lo que le tocaba y punto, trataba de resolver. En ese momento se puso muy triste, porque entendió que le habían pasado muchas cosas feas, traumáticas, duras, insólitas! Así dio su primer

Parar un poco.

El otro día hablaba con un amigo. Su objetivo para el año que viene es correr menos. No porque fuera un adicto al running, sino porque siente que está todo el día apurado. Se dice que es un problema de la gente que vive en las ciudades. Yo siempre viví en una gran ciudad, así que no puedo decir si fuera de las ciudades pasa lo mismo o no. Pero sí puedo asegurar que a mi me pasa, en mayor o menor medida, siento que corro. Por esas cosas de la vida, me operé la rodilla. Mi cuerpo me obligó a parar un poco. Hace tres o cuatro días que estoy condenado a estar tranquilo, sin mucho movimiento. Es el primer sábado en muchos años que me quedo todo el día en casa. El clima estaba espectacular, mis amigos, como siempre, fueron a jugar al fútbol y a reírse un rato durante la tarde. Me perdí todo. Intenté distraerme, pero ya hace varios días que intento hacerlo. Entonces me di cuenta que ya no podía escaparme. Me acorralé, y mi cabeza empezó a andar, a urgar, ahí, donde yo no quería. Ese lugar d

Juanita y el globo.

Juancito y Juanita eran amiguitos. Un día, en el jardín, vino un payaso y les regaló globos voladores. Esos que si los soltás se van al cielo. El payaso les repartió uno a cada niño en el jardín. Pero le faltó un globo, entonces, cuando le quedaba el último, llamó a Juancito y Juanita y les dijo: "Ustedes han tenido suerte. Son dos para cuidar del globo, van a tener un compañero para divertirse con él; cuando uno no tenga ganas de jugar con el globo, lo puede usar el otro; cuando uno esté cansado, lo puede sostener el otro; verán que el globo va a durar todo el tiempo que ustedes se lo propongan." Juancito y Juanita estaban muy entusiasmados con su globo y se prometieron cuidarlo para siempre. Afianzaron su relación, empezaron a compartir otras cosas además del globo, las galletitas en el recreo, los paseos por la plaza a la tarde, hasta sus familias se hicieron amigas. Un día, Juanita se dió cuenta que casi siempre era ella la que llevaba el globo, incluso, cuando no tenía

Cuestiones del tiempo.

El tiempo Puede ser un límite, una medida, una sensación. Siempre hay un minuto mas, o menos. El tiempo Para los ansiosos, es demasiado. Para los apurados, siempre es poco. Para los lentos, no alcanza. Para los enfermos, es lo que les queda. Para los relajados, es algo que siempre tienen. Para el capitalismo, es adoctrinamiento. Para los sabios, es su escuela. Para los pacientes, es necesario. Para los niños, no existe. Para los deportistas, es un mal socio. Para los físicos, es una obsesión. Para la televisión, es dinero. Para el que está encerrado, es una tortura. Tiempo para pensar Tengo todo el tiempo para mí, y me parece mucho. Hago cosas para llenarlo, me gustan, pero son para distraerme. Distraerme de qué? De pensar, o de no pensar. De pensar en cualquier estupidez, por eso mejor distraerme. Distraerme para no pensar. Eso sería esforzarme por ser un imbécil? Ya no entiendo nada. Ya soy un imbécil. Ya logré mi objetivo. El tiempo t