Entradas

Mostrando entradas de 2011

El precio de la felicidad

Esperar 40 minutos. Hace rato que no me pasaba algo tan lindo. Llegué antes de lo previsto y quedé varado en la calle. Los citadinos no sabemos muy bien qué hacer cuando nos sobra el tiempo. Pienso un minuto, me subo y bajo del auto. Entro al chino de la vuelta con la certeza que me voy a llevar el mejor combo de todo el mercadito. Mi elección: porrón de Quilmes Stout y unos palitos sabor queso de marca barata. Vuelvo al auto y pongo un disco de BB King. Reclino un poquitito el asiento. Doy un trago a la cerveza y picoteo los palitos. Así en una calle oscura que muere contra la vía en el barrio de Floresta, un muchacho de 26 años encuentra 10 minutos de gloria. La felicidad tiene precio y cuesta $8,20

Amuletos

Y es así viste, hay buenas, hay malas. Las cosas van de un lado para el otro, los ánimos, las risas, el llanto, la amargura. La amargura que se transforma en alegría con un poco de humor negro que te hace llorar de la risa. Y como una métafora la vida nos da ejemplitos de la vida. Pasamos de un lado al otro y del jueves de mierda que tuve harto de tener paciencia por lo que hay que tener paciencia a un lunes positivo. Seguro que  no va a hacer falta tanta paciencia porque eso que estoy esperando enseguida se va a dar. Y es así, mi hermana trajo un Bambú de la suerte (Lucky Bamboo decía la cajita) y todo cambió. Ahora ya nada puuede detenerme porque tengo la suerte de mi lado. También pusimos una cintita roja en el picaporte de la puerta. Que es una especie de prosegur espiritual para la casa. Entonces con la mala onda afuera y la suerte adentro, me quedo en casa. Y la vida, la vida que siga afuera...

La luz al final del tunel

Interior automóvil - Ruta - 8: 37 PM. Vuelvo de un hermoso fin de semana de campo con parejas amigas. Manejo mi suzuki fruti (motor 1.0) por una ruta bonaerense. El estado de la misma es aceptable, un carril por mano, sin iluminación pero con líneas bien pintadas. A mi lado se encuentra mi amada novia. En el asiento trasero una pareja amiga. El baúl lleno de bolsos. Por delante un camión muy largo. En la radio suena de fondo el partido de River. Decido asomar el auto para ver si tengo lugar para adelantarme al camión. Apenas veo un reflejo lejano, por lo tanto decido inyectar los pistones de mi bólido plateado y metiendo la cuarta marcha acelero a fondo, BBRRRMMM ruge el motor y rápidamente el velocímetro pasa de 80 a 87, 90, 92 km horarios. Lentamente empiezo a avanzar por la izquierda del camión. Y ese reflejo que vi al asomarme se convierte en una luz penetrante que viene derecho a mis ojos. Aprieto aún mas a fondo el acelerador, como si el motorcito del suzuki tuviera un resto g

Don Zoilo

Imagen
Al campo me fui a reflexionar para pensar y desconectar. Desconectar el wi-fi, la TV y la rutina. Elegí el campo para sacarme la mufa. Llenarme de tierra, de naturaleza, de alegría y amigos. Me fui al campo para traer respuestas, raspones, abrazos, la panza llena, el corazón contento y un dolorcito en la espalda. Me tocó aprender, conocer y contemplar. Me tocó escuchar, opinar, apoyar y participar. La opulencia de la naturaleza, la planicie interminable, la textura de la siembra, el cielo azul, las sombras largas, la luna en el horizonte, la luz de la noche, las caricias del fuego, la risa y el llanto, el fernet y la coca. La unión que genera el campo, la camaradería, el instinto, la boina y las alpargatas. Nuestras tradiciones y gustos. El orgullo de pertenecer. Hay un Zoilo dentro mío, que espero poder ser algún día. ph fresa

El tipo que pasa

El tipo pasó caminando, así nomás, ignorándome como a un poste mas de la calle, como si no estuviera, como si no existiera. Creo que es la primera vez que lo hace, que no me hecha una mirada a la pasada, ni siquiera por arriba del hombro. No pretendo que se siente conmigo o me invite un café (aunque alguna vez lo ha hecho). Eso ya sería mucho, que el señor me dedique su tan valioso tiempo, tampoco estoy esperando eso. Pero la nada misma que fue esta vez. Me dolió. Me dolió porque creo que no lo merecía. O sí para su gran sabiduría. Aunque quiera no lo comprendo. O quizás lo hizo de una manera tan disimulada que yo no pude darme cuenta. Quizá me venía mirando de lejos, tirando buenas vibras. Yo también estoy muy metido en lo mío... qué se yo, no se. Quizá es lo que me merezco o necesito o me lo busqué yo solo. Quizá es la única forma para que repase mis acciones y me ponga a pensar, en qué me equivoqué, si es que lo hice. Y si me pongo a pensar este año fue mas lo que "dejé"