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Mostrando entradas de diciembre, 2016

Decidido

El 2016 me agarró en pelotas. Se siente cierta desprotección. Tenés dos opciones: podés esconderte para que nadie te vea (incluso vos mismo), o podés aceptar que estás al desnudo y mostrarte tal cual sos. Lo bueno de la falta es que agudiza la búsqueda. Arranqué por afuera y no encontré nada. Cuando me cansé, se me dió por mirar adentro. De tanto rasquetear el fondo de la olla, entendí que todavía me quedaba algo, una decisión. Esa no me la pudo sacar nadie. VOY A LEVANTARME. Pasaron trescientos y pico de días, creo que nunca estuve tan alto. Levantar: 1.  Mover   hacia   arriba   algo . 2.  Poner   algo   en   lugar   más   alto   que   el   que   tenía . 3.  Poner   derecha   o   en   posición   vertical   la   persona   o   cosa   que   esté   inclinada ,  tendida. 4.  Separar   algo   de   otra   cosa   sobre   la   cual   descansa   o   a   la   que   está   adherida . 5.  Dirigir   hacia   arriba   algo ,  especialmente   los   ojos   o   la   mirada . 6.  Recoger

Gigantes de 2 años.

Los niños, al momento que aprenden a caminar, adquieren una capacidad que van perdiendo con el tiempo. A fuerza de golpes, gritos, retos, amenazas y la repetición de la palabra NO. Los niños tienen la capacidad de aumentar su tamaño en relación al ambiente que los rodea. El problema es que la ecuación es inversamente proporcional. Ambiente mas chico = niño mas grande. Así es como los infantes se convierten en torpes gigantes dentro de un departamento donde no pueden hacer otra cosa que generar caos a su alrededor. Como una película de King Kong, los pequeños desproporcionados arrasan con todo lo que está a su alcance. Los mayores, con pánico, hacen lo que pueden para contener lo incontenible. En cambio, al aire libre, los niños se vuelven diminutos. Pequeños exploradores, cuidadosos y atentos. Con los años, el don se controla, hasta dejarnos quietos, sentados en el sofá, frente a la TV. Inertes. Ya sin ganas de ir afuera.