Palos en la rueda

Quiero defender la pureza del pensamiento por encima de las aplicaciones tergiversadas que se dan en la puesta en práctica. Los cambios son largos, se generan, antes que nada, con alguien que piense distinto. Esos pensamientos, decantados y enriquecidos con debate son generalmente ideas que apuntan a mejorar, aunque su aplicación llevada a cabo por hombres imperfectos que carecen de moral genera deformaciones. Creo que lo importante es poder tomar el espíritu principal de esas ideas y defenderlos constantemente. Continuando con mi indignación, lo que no puedo entender es a los demoledores de ilusiones, esos que lo primero que dicen es que el cambio es imposible, que ya no se puede hacer nada, que la gente, que el gobierno, que la policía... y vos? Eso me pregunto yo.
VOS qué hacés?
Porque nadie te exige que te pongas a trabajar para generar un cambio si no sentís que puedas hacerlo o no quieras hacerlo.
Sin embargo me gustaría dejar dos puntos en claro para ustedes.
Primero, no atentes contra aquellos que quieren mejorar las cosas diciéndoles de ante mano que su empresa es imposible (lo mismo le dijeron a Mandela en Sudáfrica).
Segundo, por lo menos hacé lo que te corresponde como parte de esta sociedad en la que vivís. Respetá las leyes, quejate por lo que crees injusto respetando los derechos de los demás, cumplí tus funciones como ciudadano, como empleado, como jefe, como hijo, como padre, como hermano. Simplemente con hacer lo que corresponde, sin inventar nada, sin una revolución ni un cambio profundo podríamos vivir mejor.
Involucrate, escuchá opiniones contrapuestas, sacá tus conclusiones, respetá la voz de la experiencia y recurrí a tus referentes para volver a sacar tus propias conclusiones.
No pido que te metas en una ONG y te entregues en cuerpo y alma con una causa noble. Pero mínimamente apoyá a quien tenga iniciativa porque palos en la rueda no le van a faltar.