Diarrea emocional

El aire se condensa y se pone espeso, humo de cigarrillo, dolor de cabeza, dolor de cintura. Paso por la página del diario y los mails, el diario y los mails, el diario y los mails. Esperando que publiquen una nueva noticia o llegue un correo que me saque del letargo. Que rompa esta puta rutina, al menos unos minutos.
Siento que estoy caminando hundido en el cemento fresco y que poco a poco se va secando. Y poco a poco me voy cansando, moviéndome más lento, haciendo más esfuerzo, quedándome quieto, resistiendo.
Tengo una bola de sensaciones que suben y bajan de manera caprichosa, según el día, según las noticias, según la agenda. Mi estado de ánimo tiene crisis profundas una vez por semana.
La desesperación nunca es buena consejera. A veces siento que cuando escribo tengo diarrea emocional. Primero saco toda la mierda, para después poder empezar a ver qué hago para corregir mi situación.
Odio que el hecho de adquirir experiencia duela en la cabeza y en el cuerpo; que desgaste, que atormente y sea tan agotador. Odio saber que, dentro de un tiempo, voy a agradecer y reir por lo que pasa hoy. Sin embargo mañana igual voy a maldecir.
Yo estoy convencido que puedo, que soy capaz, que cometí errores pero preví un margen para que no sean irreversibles. Necesito tener un poco mas de confianza en mi. Ganar en seguridad para poder transmitirla. Demostrarme que puedo. Estar orgulloso de lo que supe conseguir. Levantarme mañana y hacer algo mejor.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
grosooooooo,

te creo, confio en vos, y aunq vos ya lo sabes, yo se q podes, y siempre esta bueno q alguien nos lo recuerde...

vos podes de sobra,

abrazo gigantee

demi

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